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miércoles, 1 de julio de 2009
El parque Gustavo Knoop o parque "los coquitos"
El Parque Knoop también se conoce como el parque "Los coquitos", es uno de los más importantes de la region altomirandina y de Venezuela, ete conforma uno de los principales parques públicos de la ciudad y es uno de los pocos espacios donde aun se mantiene y se recuerda el pasado.
Situado en la depresión de la Hoyada a ambos lados de la quebrada de Camatagua, entre Los Teques y el llano de Miquilen, como así llamaban a dicha zona. Knoop inicio la reforestación con árboles y plantas ornamentales el año 1894 y finalizó en 1922.
Originariamente cubría 11,7 hectáreas penetradas por 7 km de caminos demarcados por hileras de palmas reales (latanias) y palmas de canarias (Phoenix canariensis). Aquellos veredictos se contorneaban en voluptuosa danza al pie de los pinos australianos (grevillas).
La reforestación se inició en la vertiente sur de la quebrada de Camatagua, allí se plantaron 1.500 palmeras, una de las cuyas especies tiene un fruto, coquito, muy codiciado por los artesanos que hacen dijes, collares, llaveros y otras menudencias. De aquí proviene el nombre más difundido de Parque de los Coquitos. También se cultivaron cipreses (pinos), grevillas, australianas, almendros, cedros, castaños, jabillos y varias especies de eucalipto.
La inauguración del parque tuvo lugar en el año 1909 y los primeros cultivos de la vertiente, norte de la quebrada de Camatagua se hicieron posteriormente en 1912.
Una historia de Oscar Yanez
¡Pasajeros al tren!
Así son las Cosas
por Oscar Yanes, El Univesal, Julio 7, 2006
"¡Pasajeros al tren!", gritó el vigilante y se escuchó el pito de la locomotora Cóndor.
"Mucho cuidado con El Encanto...", le aconsejaban las madres a las muchachas casaderas cuando iban a pasear por el bosque, "porque por allá hay muchos mogotes y cuando una señorita pierde aquello ya no tiene remedio...".
El padre de El Encanto fue un alemán llamado Gustavo Knoop, director del Gran Ferrocarril de Venezuela, quien fundó todos los parques que usted podía ver desde las ventanillas del tren cuando viajaba de Caracas a Valencia.
Durante más de un cuarto de siglo Knoop se dedicó a sembrar árboles a los dos lados de la línea férrea desde Caracas hasta Valencia. Era un creador de bosques y de parques, al estilo alemán. Todas las estaciones eran una copia exacta de las que se veían en Alemania. Es decir que este ferrocarril que el pueblo bautizó con el nombre de "ferrocarril alemán" era alemán de verdad.
El tren salía desde la estación de Palo Grande y después de recorrer 35 kilómetros llegaba a El Encanto. Un viaje corto, pero con breves escalas en Antímano, Las Adjuntas y Los Teques. La vía tenía una extensión hasta Valencia de 176 kilómetros, con 86 túneles y doscientos doce puentes. El túnel número diez es el más grande entre Los Teques y El Encanto, tiene 267 metros de longitud desde Caracas hasta Valencia y 25 estaciones.
El Encanto es la quinta estación saliendo de Caracas. Ir en tren a Valencia salía por cuarenta y cuatro bolívares.
Estas eran algunas de las tarifas: de Caracas a Los Teques, ocho setenta y cinco; Las Tejerías, 19,25; La Victoria, 26,25; San Mateo, 27,25; Cagua, 28,25; Turmero, 29,25; Maracay, 34 bolos; Guacara, 40,50. Vendían cupones por ciento cincuenta bolívares y con ellos podías comprar billetes "para el cónyuge, hijos y sirvientes del portador siempre que vayan con él en el mismo tren a la misma estación de destino".
En 1894 el tren fue inaugurado por el presidente Joaquín Crespo, quien vivía justamente en el palacete de Santa Inés, construido en zona adyacente a la estación del Gran Ferrocarril Caracas-La Guaira que había sido inaugurado por Guzmán Blanco en julio de 1883.
La gente le tenía mucho miedo "al mal de tren", enfermedad que según los pasajeros la ocasionaba el mismo viento, por lo que no se debían abrir las ventanillas. El "mal de tren", diagnosticaban los boticarios, causaba "graves dolencias entre pecho y espalda".
Los viajeros que iban a Valencia "en el caballo de hierro" decían que "era conveniente ir con gorra y bufanda, mientras el cuerpo se acostumbra, pues "al abrir una ventana puedes quedar tullido".
El ferrocarril tardaba siete horas para llegar a Valencia, a veinte kilómetros por hora. El mismo tiempo tarda usted hoy en subir a un avión en Maiquetía y llegar a Madrid.
Una de las estaciones del tren, llamada Las Mostazas, se hizo famosa por las empanadas de gallina, a real.
Los caraqueños inventaron un refrán: "más cara que una empanada de Las Mostazas". En Caracas pagabas a locha una empanada de caraotas.
Así son las cosas.
1 comentario:
interesante muy instructivo, bonitas fotos me gusto saludos. Isabel M peña oconn
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